Por www.mundolds.blogspot.com
Critica no mormona:
- A menudo se afirma que los excomulgados de la Iglesia o académicos suspendidos publican información histórica que es vergonzoso para los líderes de la Iglesia.
- Con frecuencia se afirma que pese a que estas acciones disciplinarias se llevan a cabo por los líderes locales, ellos son en realidad instigados por las autoridades generales.
- Algunos afirman que la Iglesia está silenciando a gente honesta por decir la verdad.
- Se sostiene que la Iglesia tiene una "mala opinión" de los intelectuales.
- Se alega que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días penaliza a los miembros por "simplemente criticar la burocracia o por publicar información incomoda", y "envuelta de procedimiento secretos en la iglesia."
- La iglesia mormona enjuicia a "muchos más de sus miembros" que otros grupos religiosos.
Respuesta SUD:
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días responde a esta pregunta:
Declaración del Consejo de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días:
A la luz de la amplia publicidad dada a los seis recientes consejos disciplinarios de la Iglesia en Utah, creemos que es útil reafirmar la posición de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles. De parte de todos lamentamos profundamente la pérdida de los miembros de la Iglesia. Las consecuencias que le acompañan y que sienten las personas y sus familias con el tiempo son muy reales.En sus responsabilidades de liderazgo, los oficiales locales de la Iglesia podrán solicitar aclaraciones y otras orientaciones de las Autoridades Generales de la Iglesia. Las Autoridades Generales tienen la obligación de enseñar los principios, las políticas y de proveer información que pueda ser útil a los miembros del consejo para quienes los líderes locales son responsables. En los asuntos de la disciplina de la Iglesia, las Autoridades Generales no dirigen las decisiones de los consejos disciplinarios locales. Por otra parte, el derecho de apelación está abierto a cualquier persona que sienta que ha sido tratado injustamente por un consejo disciplinario.
Es difícil explicar la acción disciplinaria tomada por la Iglesia a los representantes de los medios de comunicación. Consideraciones de confidencialidad restringen comentarios públicos por parte de los líderes de la Iglesia en estos asuntos privados. Tenemos la responsabilidad de preservar la pureza de la doctrina de la Iglesia. El profeta José Smith enseñó un principio eterno cuando explicó: "El hombre que se levanta para condenar a otro, criticando a los de la iglesia, diciendo que se han desviado, mientras que él es justo, sabed seguramente que ese hombre va por el camino que conduce a la apostasía". [José Smith, hijo, Enseñanzas del profeta José Smith, seleccionado por Joseph Fielding Smith, (Salt Lake City: Deseret Book Company, 1976)] En las instrucciones a sus doce discípulos en el Nuevo Mundo acerca de aquellos que no se arrepienten, el Salvador dijo: "Pero si no se arrepiente, no será contado entre los de mi pueblo, a fin de que no destruya a mi pueblo..." (3 Nefi 18:31, véase también Mosíah 26:36 y Alma 5:59.) El Profeta también comentó que "de los apóstatas, los fieles han recibido las persecuciones más severas" [José Smith, hijo, Enseñanzas del profeta José Smith, seleccionado por Joseph Fielding Smith, (Salt Lake City: Deseret Book Company, 1976)]. Este sigue siendo el caso hoy .La política disciplinaria de la Iglesia se describe desde hace mucho tiempo en Doctrina y Convenios: "Creemos que toda sociedad religiosa tiene el derecho de disciplinar a sus miembros... de acuerdo con los estatutos y reglamentos de dicha sociedad, siempre que tales procedimientos tengan que ver con su confraternidad y buenos antecedentes;... Sólo pueden excomulgarlos de su sociedad y retirar de ellos la mano de confraternidad".(D y C 134: 10.)Los miembros fieles de la Iglesia pueden distinguir entre las meras diferencias de opinión y aquellas actividades definidas formalmente como apostasía. La apostasía se refiere a miembros de la Iglesia que "en repetidas ocasiones actúan de forma clara, abierta y deliberada en oposición pública a la Iglesia o a sus líderes, o persisten en enseñanzas como información de la doctrina de la Iglesia que no es doctrina de la Iglesia después de haber sido corregido por sus obispos o su autoridad superior, o continúan siguiendo las enseñanzas de sectas apóstatas (como los que abogan por el matrimonio plural) después de haber sido corregido por sus obispos o su autoridad superior". [General Handbook of Instructions, 10-3]Las autoridades generales y locales de la Iglesia continuarán cumpliendo con su deber, y los miembros fieles de la Iglesia entenderán.Como líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, extendemos la mano de amor a todos y constantemente oramos para que el Señor, cuya Iglesia ésta es, bendiga a los que le aman y buscan la verdad divina.Firmado:
El Consejo de la Primera Presidencia y
El Quórum de los Doce Apóstoles
"Septiembre Six"
Seis individuos fueron disciplinados por la Iglesia, en septiembre de 1993. Los partidarios de los disciplinados y los críticos de la Iglesia los han apodado "Los Seis de Septiembre". Los seis individuos fueron:
- Lavina Fielding Anderson (excomulgado)
- Avraham Gileadi (excomulgado, ahora de vuelta a la confraternidad )
- Maxine Hanks (excomulgado, ahora de vuelta y en plena confraternidad a partir de 2012)
- D. Michael Quinn (excomulgado)
- Paul Toscano (excomulgado)
- Lynne Kanavel Whitesides (expulsado)
Avraham Gileadi nunca ha hablado en público sobre las razones de su excomunión, nunca se le pidió retractarse de cualquier publicación o declaración, y ha vuelto a la plena confraternidad. Maxine Hanks volvió a la Iglesia a partir de 2012.
Los líderes de la Iglesia y sus oficiales raramente hacen público los motivos o las pruebas presentadas en los consejos disciplinarios. Por lo tanto, los ex-miembros pueden afirmar lo que quieran sobre la excomunión sin ser contradicha por la Iglesia.
D. Michael Quinn afirmo que su excomunión fue el resultado directo de su investigación histórica sobre los orígenes del mormonismo. Él negó asistir a su propio consejo disciplinario, diciéndole a su presidente de estaca que era "un proceso que fue diseñado para castigarme por ser el mensajero de evidencia histórica indeseada y para intimidarme de seguir trabajando en la historia mormona." [ D. Michael Quinn, Letter to Paul A. Hanks, 7 February 1993; cited in Lavina Fielding Anderson, "DNA Mormon: D. Michael Quinn," in Mormon Mavericks: Essays on Dissenters, edited by John Sillito and Susan Staker (Salt Lake City, Signature Books, 2002), 329-364.]
A pesar de la creencia de Quinn de que su disciplina en la Iglesia se trataba acerca de su historia, su Presidente de Estaca le contestó el 11 de mayo de 1993, diciendo "Hay otros asuntos que tengo que hablar con usted y que no están relacionados con sus escritos históricos. Estos son muy sensibles y altamente confidenciales y es por eso que no los he mencionado antes por escrito ". [Paul A. Hanks to D. Michael Quinn, 11 May 1993; cited in Anderson, "DNA Mormon."]
Después de su excomunión, Quinn "salió" como un homosexual practicante. [Klaus J. Hansen, "Quinnspeak (Review of Same-Sex Dynamics among Nineteenth-Century Americans: A Mormon Example by D. Michael Quinn)," FARMS Review of Books 10/1 (1998): 132–140.] Quinn también escribió un libro afirmando que "la iglesia mormona, una vez acepto y tolero las relaciones del mismo sexo" [Publishers Weekly 243/45 (4 November 1996): 47; cited in George L. Mitton and Rhett S. James, "A Response to D. Michael Quinn's Homosexual Distortion of Latter-day Saint History (Review of Same-Sex Dynamics among Nineteenth-Century Americans: A Mormon Example by D. Michael Quinn)," FARMS Review of Books 10/1 (1998): 141–263]
En resumen su separación de la iglesia no tuvo que ver con sus publicaciones históricas.
Después de su excomunión, Quinn "salió" como un homosexual practicante. [Klaus J. Hansen, "Quinnspeak (Review of Same-Sex Dynamics among Nineteenth-Century Americans: A Mormon Example by D. Michael Quinn)," FARMS Review of Books 10/1 (1998): 132–140.] Quinn también escribió un libro afirmando que "la iglesia mormona, una vez acepto y tolero las relaciones del mismo sexo" [Publishers Weekly 243/45 (4 November 1996): 47; cited in George L. Mitton and Rhett S. James, "A Response to D. Michael Quinn's Homosexual Distortion of Latter-day Saint History (Review of Same-Sex Dynamics among Nineteenth-Century Americans: A Mormon Example by D. Michael Quinn)," FARMS Review of Books 10/1 (1998): 141–263]
En resumen su separación de la iglesia no tuvo que ver con sus publicaciones históricas.
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